San Mateo 15:14-27 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

14. No hagan caso de los fariseos: son como el ciego que guía a otro ciego, y si un ciego guía a otro, los dos terminan cayéndose en una zanja.

15. Pedro preguntó:—Explícanos qué quisiste decir cuando hablaste de lo que nos hace impuros delante de Dios.

16. Jesús respondió:—¿Tampoco ustedes entienden?

17. Todo lo que comemos o bebemos va al estómago, y después el cuerpo lo expulsa.

18-20. Pero si la gente dice cosas malas, es porque es mala y siempre está pensando en lo malo: en cómo matar, en cómo ser infieles en el matrimonio, en cómo hacer cosas indecentes, o en cómo robar, o insultar a otras personas, y mentir. A Dios no le agrada que gente así lo alabe. Pero cualquiera puede alabar a Dios, aunque coma sin lavarse las manos.

21. Jesús se fue de allí a la región de Tiro y de Sidón.

22. Una mujer de esa región, que era del grupo al que los judíos llamaban cananeos, se acercó a Jesús y le dijo a gritos:—¡Señor, tú que eres el Mesías, ten compasión de mí y ayúdame! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!

23. Jesús no le hizo caso. Pero los discípulos se acercaron a él y le rogaron:—Atiende a esa mujer, pues viene gritando detrás de nosotros.

24. Jesús respondió:—Dios me envió para ayudar sólo a los israelitas, pues ellos son para mí como ovejas perdidas.

25. Pero la mujer se acercó a Jesús, se arrodilló delante de él y le dijo:—¡Señor, ayúdame!

26. Jesús le dijo:—No está bien quitarles la comida a los hijos para echársela a los perros.

27. La mujer le respondió:—¡Señor, eso es cierto! Pero aun los perros comen de las sobras que caen de la mesa de sus dueños.

San Mateo 15