3-4. Tiempo atrás, Juan el Bautista le había dicho a Herodes: «¡Lo que has hecho no está bien! Herodías es la esposa de tu hermano Filipo, y tú se la quitaste para casarte con ella».Entonces Herodes se enojó contra Juan, y ordenó que lo arrestaran, lo encadenaran y lo pusieran en la cárcel.
18. Jesús les dijo:—Tráiganlos aquí.
19. Luego de ordenar que la gente se sentara sobre la hierba, Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al cielo y dio gracias a Dios. Después partió los panes y se los dio a los discípulos, para que ellos los repartieran a la gente.
20. Todos comieron hasta quedar satisfechos. Y cuando los discípulos recogieron los pedazos que sobraron, llenaron doce canastas.
21. Los que comieron fueron como cinco mil hombres, además de las mujeres y los niños.
22. Después de esto, Jesús ordenó a los discípulos: «Suban a la barca y vayan a la otra orilla del lago. Yo me quedaré aquí para despedir a la gente, y los alcanzaré más tarde.»
23. Cuando toda la gente se había ido, Jesús subió solo a un cerro para orar. Allí estuvo orando hasta que anocheció.
24. Mientras tanto, la barca ya se había alejado bastante de la orilla; navegaba contra el viento y las olas la golpeaban con mucha fuerza.
25. Todavía estaba oscuro cuando Jesús se acercó a la barca. Iba caminando sobre el agua.
26. Los discípulos lo vieron, pero no lo reconocieron. Llenos de miedo, gritaron:—¡Un fantasma! ¡Un fantasma!
27. Enseguida Jesús les dijo:—¡Cálmense! ¡Soy yo! ¡No tengan miedo!
28. Entonces Pedro le respondió:—Señor, si realmente eres tú, ordena que yo camine también sobre el agua y vaya hasta donde tú estás.
29. Y Jesús le dijo:—¡Ven!De inmediato Pedro bajó de la barca. Caminó sobre el agua y fue hacia Jesús.
30. Pero cuando sintió la fuerza del viento, tuvo miedo. Allí mismo empezó a hundirse, y gritó:—¡Señor, sálvame!