San Marcos 9:26-35 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

26. El espíritu malo gritó, haciendo que el muchacho sufriera otro ataque. Luego salió y lo dejó como muerto. Mucha gente decía: «¡Está muerto!»

27. Pero Jesús tomó al joven por la mano y lo ayudó a levantarse.

28. Más tarde, cuando Jesús regresó a casa, los discípulos lo llevaron aparte y le preguntaron:—¿Por qué nosotros no pudimos expulsar a ese espíritu?

29. Jesús les contestó:—Esta clase de espíritu malo sólo se puede expulsar por medio de la oración.

30. Jesús y sus discípulos se fueron de ese lugar, y viajaron por la región de Galilea. En su camino, Jesús no quiso que la gente supiera que él pasaba por allí,

31. pues quería dedicarse a enseñar a sus discípulos. Les decía: «Yo, el Hijo del hombre, seré entregado en manos de los que me han de matar, pero tres días después resucitaré.»

32. Los discípulos no entendían lo que Jesús les quería decir, pero tenían miedo de preguntarle.

33. Jesús y sus discípulos llegaron al pueblo de Cafarnaúm. Cuando ya estaban en la casa, él les preguntó: «¿De qué estaban hablando cuando venían por el camino?»

34. Los discípulos no contestaron nada, porque habían estado discutiendo cuál de ellos era el más importante.

35. Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce discípulos y les dijo: «Si alguno de ustedes quiere ser el más importante, deberá ocupar el último lugar y ser el servidor de todos los demás.»

San Marcos 9