San Marcos 3:27-35 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

27. »Si alguien quiere robar todo lo que hay en la casa de un hombre fuerte, primero tiene que atar a ese hombre.

28. »Les aseguro que Dios le perdonará a la gente cualquier pecado que haga, y todo lo malo que diga;

29. pero jamás perdonará a quien hable en contra del Espíritu Santo. ¡Eso nunca le será perdonado!»

30. Jesús dijo esto porque los maestros de la Ley pensaban que él tenía un espíritu malo.

31-32. Mientras tanto, la madre y los hermanos de Jesús llegaron a la casa donde él estaba, pero prefirieron quedarse afuera y mandarlo a llamar. La gente que estaba sentada alrededor de Jesús le dijo:—Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están allá afuera, y quieren hablar contigo.

33. Pero Jesús les preguntó:—¿Quiénes son en verdad mi madre y mis hermanos?

34. Luego, miró a todos los que estaban sentados a su alrededor y dijo:—¡Éstos son mi madre y mis hermanos!

35. Porque, en verdad, cualquiera que obedece a Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre.

San Marcos 3