San Marcos 2:5-21 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

5. Cuando Jesús vio la gran confianza que aquellos hombres tenían en él, le dijo al paralítico: «Amigo, te perdono tus pecados.»

6. Al oír lo que Jesús le dijo al paralítico, unos maestros de la Ley que allí estaban pensaron:

7. «¿Cómo se atreve éste a hablar así? ¡Lo que dice es una ofensa contra Dios! Sólo Dios puede perdonar pecados.»

8. Pero Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les dijo: «¿Por qué piensan así?

9. Díganme, ¿qué es más fácil? ¿Perdonar a este enfermo, o sanarlo?

10. Pues voy a demostrarles que yo, el Hijo del hombre, tengo autoridad aquí en la tierra para perdonar pecados.»Entonces le dijo al que no podía caminar:

11. «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.»

12. En ese mismo instante, y ante la mirada de todos, aquel hombre se levantó, tomó la camilla y salió de allí. Al verlo, todos se quedaron admirados y comenzaron a alabar a Dios diciendo: «¡Nunca habíamos visto nada como esto!»

13. Después de esto, Jesús fue otra vez a la orilla del Lago de Galilea. Mucha gente se reunió a su alrededor, y él se puso a enseñarles.

14. Luego, mientras caminaban, Jesús vio a Mateo hijo de Alfeo, que estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo: «Sígueme.»Mateo se levantó enseguida y lo siguió.

15. Más tarde, Jesús y sus discípulos estaban cenando en la casa de Mateo. Muchos de los que cobraban impuestos, y otras personas de mala fama que ahora seguían a Jesús, también fueron invitados a la cena.

16. Cuando algunos maestros de la Ley, que eran fariseos, vieron a Jesús comiendo con toda esa gente, les preguntaron a los discípulos:—¿Por qué su maestro come con cobradores de impuestos y con gente de mala fama?

17. Jesús los oyó y les contestó:—Los que necesitan al médico son los enfermos, no los sanos. Y yo vine a invitar a los pecadores para que regresen a Dios, no a los que se creen buenos.

18. Una vez, los discípulos de Juan el Bautista y los discípulos de los fariseos estaban ayunando. Algunas personas fueron a donde estaba Jesús y le preguntaron:—¿Por qué tus discípulos no ayunan? Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos sí lo hacen.

19. Jesús les respondió:—Los invitados a una fiesta de bodas no ayunan mientras el novio está con ellos;

20. pero llegará el momento en que se lleven al novio, y entonces los invitados ayunarán.

21. »Si un vestido viejo se rompe, nadie le pone un parche de tela nueva; porque al lavarse el vestido, la tela nueva se encoge y el hueco se hace más grande.

San Marcos 2