65. Algunos empezaron a escupir a Jesús. Le tapaban los ojos, lo golpeaban y le decían: «¡Adivina quién te pegó!»Luego, los soldados del templo se hicieron cargo de Jesús y lo recibieron a bofetadas.
66. Mientras pasaba todo esto, Pedro estaba en el patio del palacio. De pronto llegó una sirvienta del jefe de los sacerdotes,
67. y vio a Pedro calentándose junto al fuego; lo miró fijamente y le dijo:—Tú siempre estabas con Jesús, el hombre de Nazaret.
68. Pedro respondió:—Eso no es cierto; ¡no sé de qué me hablas!Y se fue a la entrada del patio. En ese momento el gallo cantó.
69. Un poco más tarde, la sirvienta volvió a ver a Pedro, y dijo a los que estaban allí:—Este hombre es uno de los seguidores de Jesús.