1. Al salir del templo, uno de los discípulos le dijo a Jesús:—Maestro, ¡mira qué piedras, y qué edificios más hermosos!
2. Jesús le respondió:—¿Ves estos grandes edificios? Pues de ellos no va a quedar en pie ni una pared. Todo será destruido.
3. Después, Jesús y sus discípulos se fueron al Monte de los Olivos, que está frente al templo. Jesús se sentó y, cuando estaban solos, Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron:
4. —¿Cuándo será destruido el templo? ¿Qué cosas servirán de señal para indicar que todo eso está por suceder?
5. Jesús les respondió:—¡Cuidado! No se dejen engañar.
6. Muchos vendrán y se harán pasar por mí, y le dirán a la gente: “Yo soy el Mesías”. Usarán mi nombre y lograrán engañar a muchos.
7. »Ustedes no se asusten si oyen decir que algunos países están en guerra, y que otros países están a punto de pelearse. Eso tiene que pasar, pero todavía no será el fin del mundo.