San Marcos 1:26-44 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

4-8. Por esos días, Juan el Bautista apareció en el desierto. Se vestía con ropa hecha de pelo de camello y usaba un taparrabos de cuero. Comía saltamontes y miel silvestre.Juan le decía a la gente: «¡Bautícense y demuestren que ya no quieren hacer lo malo! Sólo así Dios los perdonará.» También decía: «Después de mí viene alguien más poderoso que yo. ¡Ni siquiera merezco ser su esclavo! Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo.»Todos los que vivían en la región de Judea, y en Jerusalén, iban al desierto para oír a Juan. Muchos confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán.

26. El espíritu malo salió gritando y haciendo que el hombre se pusiera a temblar muy fuerte.

27. La gente se quedó muy asombrada, y se preguntaba: «¿Qué es esto? ¿Una nueva enseñanza? ¿Qué clase de poder tiene este hombre? Con autoridad y poder ordena a los espíritus malos que salgan, ¡y ellos lo obedecen!»

28. Y Jesús se hizo famoso en toda la región de Galilea.

29. Luego Jesús salió de la sinagoga y se fue con Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés.

30. Cuando entró en la casa, le dijeron que la suegra de Simón estaba enferma y con fiebre.

31. Jesús fue a verla, la tomó de la mano y la levantó. En ese mismo instante la fiebre se le fue, y la suegra de Simón les sirvió de comer.

32. Al anochecer, la gente le llevó a Jesús todos los enfermos y todos los que tenían demonios.

33. Todo el pueblo se reunió a la entrada de la casa de Simón.

34. Allí Jesús sanó a mucha gente que tenía diferentes enfermedades, y también expulsó a muchos demonios. Pero no dejaba hablar a esos demonios, porque ellos lo conocían.

35. En la madrugada, Jesús se levantó y fue a un lugar solitario para orar.

36. Más tarde, Simón y sus compañeros salieron a buscarlo.

37. Cuando lo encontraron, le dijeron:—Todos te andan buscando.

38. Pero Jesús les dijo:—Vamos a otros pueblos cercanos. También allí debo anunciar estas buenas noticias, pues para eso vine al mundo.

39. Jesús recorrió toda la región de Galilea anunciando las buenas noticias en las sinagogas de cada pueblo, y expulsando a los demonios.

40. Un hombre que tenía la piel enferma se acercó a Jesús, se arrodilló ante él y le dijo:—Señor, yo sé que tú puedes sanarme. ¿Quieres hacerlo?

41. Jesús tuvo compasión del enfermo, extendió la mano, lo tocó y le dijo:—¡Quiero hacerlo! ¡Ya estás sano!

42. De inmediato, aquel hombre quedó completamente sano;

43. pero Jesús lo despidió con una seria advertencia:

44. —No le digas a nadie lo que te sucedió. Sólo ve con el sacerdote para que te examine, y lleva la ofrenda que Moisés ordenó. Así los sacerdotes verán que ya no tienes esa enfermedad.

San Marcos 1