San Lucas 5:3-19 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

3. Una de esas barcas era de Simón Pedro. Jesús subió a ella y le pidió a Pedro que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca, y desde allí comenzó a enseñar a la gente.

4. Cuando Jesús terminó de enseñarles, le dijo a Pedro:—Lleva la barca a la parte honda del lago, y lanza las redes para pescar.

5. Pedro respondió:—Maestro, toda la noche estuvimos trabajando muy duro y no pescamos nada. Pero, si tú lo mandas, voy a echar las redes.

6. Hicieron lo que Jesús les dijo, y fueron tantos los pescados que recogieron, que las redes estaban a punto de romperse.

7. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca, para que fueran enseguida a ayudarlos. Eran tantos los pescados que, entre todos, llenaron las dos barcas. Y las barcas estaban a punto de hundirse.

8. Al ver esto, Pedro se arrodilló delante de Jesús y le dijo:—¡Señor, apártate de mí, porque soy un pecador!

11. Los pescadores llevaron las barcas a la orilla, dejaron todo lo que llevaban, y se fueron con Jesús.

12. Un día, Jesús estaba en un pueblo. De pronto llegó un hombre que estaba enfermo de lepra, se inclinó delante de Jesús hasta tocar el suelo con la frente, y le suplicó:—Señor, yo sé que tú puedes sanarme. ¿Quieres hacerlo?

13. Jesús extendió la mano, tocó al enfermo y le dijo:—¡Sí quiero! ¡Queda sano!De inmediato, el hombre quedó completamente sano.

14. Después, Jesús le dijo:—No le digas a nadie lo que sucedió. Ve con el sacerdote y lleva la ofrenda que Moisés ordenó; así los sacerdotes verán que ya no estás enfermo.

15. Jesús se hacía cada vez más famoso. Mucha gente se reunía para escuchar su mensaje, y otros venían para que él los sanara.

16. Pero Jesús siempre buscaba un lugar para estar solo y orar.

17. En cierta ocasión, Jesús estaba enseñando en una casa. Allí estaban sentados algunos fariseos y algunos maestros de la Ley. Habían venido de todos los pueblos de Galilea, de Judea, y de la ciudad de Jerusalén, para oír a Jesús.Y como Jesús tenía el poder de Dios para sanar enfermos,

18. llegaron unas personas con una camilla, en la que llevaban a un hombre que no podía caminar. Querían poner al enfermo delante de Jesús,

19. pero no podían entrar en la casa porque en la entrada había mucha gente. Entonces subieron al techo y abrieron allí un agujero. Por ese agujero bajaron al enfermo en la camilla, hasta ponerlo en medio de la gente, delante de Jesús.

San Lucas 5