1. Luego, todos los de la Junta Suprema se pusieron de pie y llevaron a Jesús ante Pilato, el gobernador romano.
2. Cuando llegaron, comenzaron a acusar a Jesús y dijeron:—Señor gobernador, encontramos a este hombre alborotando al pueblo para que se rebele contra Roma. Dice que no debemos pagar impuestos al emperador, y que él es el Mesías. Es decir, se cree rey.
16-17. Ordenaré que lo azoten como castigo, y luego lo dejaré en libertad.