17. Jesús miró a todos y les dijo:—Entonces, cuando la Biblia dice:“La piedra que rechazaronlos constructores del temploes ahora la piedra principal”,»¿qué quiso decir con eso?
18. Porque todo el que caiga sobre esa piedra quedará hecho pedazos. Y si la piedra cae sobre alguien, lo dejará hecho polvo.»
19. Los sacerdotes principales y los maestros de la Ley se dieron cuenta de que Jesús los estaba comparando con los hombres malos que alquilaron la viña. Entonces quisieron apresar a Jesús en ese mismo instante, pero no se atrevieron porque le tenían miedo a la gente.
20. Los enemigos de Jesús querían arrestarlo y entregarlo al gobernador romano. Pero, como no tenían de qué acusarlo, enviaron a unos espías para que se hicieran pasar por personas buenas y vigilaran en qué momento Jesús decía algo malo.
21. Los espías le dijeron a Jesús:—Maestro, sabemos que siempre dices la verdad. Tú enseñas que todos deben obedecer a Dios, y tratas a todos por igual.
22. Por eso te preguntamos: ¿Está bien que paguemos impuestos al emperador de Roma, o no?
23. Como Jesús sabía que ellos querían ponerle una trampa, les respondió:
24. —Muéstrenme una moneda. ¿De quién es la imagen que está en la moneda? ¿De quién es el nombre que tiene escrito?Ellos contestaron:—Del emperador de Roma.
25. Jesús les dijo:—Pues denle al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios.
26. Los espías no lograron que Jesús cayera en la trampa. Quedaron sorprendidos por su respuesta y no supieron decir nada más.
27. Después, unos saduceos fueron a ver a Jesús. Como ellos no creían que los muertos pueden volver a vivir,
28. le preguntaron:—Maestro, Moisés escribió que, si un hombre muere sin tener hijos con su esposa, el hermano de ese hombre debe casarse con esa mujer y tener hijos con ella. De acuerdo con la ley, esos hijos son del hermano muerto y llevan su nombre.