32. »Él será una luzque alumbraráa todas las naciones,y será la honrade tu pueblo Israel.»
33. José y María quedaron maravillados por las cosas que Simeón decía del niño.
34. Simeón los bendijo, y le dijo a María: «Dios envió a este niño para que muchos en Israel se salven, y para que otros sean castigados. Él será una señal de advertencia, y muchos estarán en su contra.
35. Así se sabrá lo que en verdad piensa cada uno. Y a ti, María, esto te hará sufrir como si te clavaran una espada en el corazón.»