15. Algunas madres llevaron a sus niños pequeños para que Jesús pusiera su mano sobre sus cabezas y los bendijera. Pero los discípulos comenzaron a reprenderlas para que no los trajeran.
16. Entonces Jesús llamó a los niños, y les dijo a sus discípulos: «Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidan, porque el reino de Dios es de los que son como ellos.
17. Les aseguro que la persona que no confía en Dios como lo hace un niño, no podrá entrar en el reino de Dios.»
18. Un líder de los judíos fue a ver a Jesús y le preguntó:—Tú, que eres un maestro bueno, dime, ¿qué cosa debo hacer para tener vida eterna?
19. Jesús le contestó:—¿Por qué dices que soy bueno? Sólo Dios es bueno.