San Juan 9:4-24 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

4. Mientras yo esté con ustedes, hagamos el trabajo que Dios mi Padre me mandó hacer; vendrá el momento en que ya nadie podrá trabajar.

5. Mientras yo estoy en el mundo, soy la luz del mundo.

6. Enseguida Jesús escupió en el suelo, hizo un poco de lodo con la saliva, y se lo puso al joven en los ojos.

7. Entonces le dijo: «Ve a la piscina de Siloé, y lávate los ojos.»El ciego fue y se lavó, y cuando regresó ya podía ver.

8. Sus vecinos y todos los que antes lo habían visto pedir limosna se preguntaban: «¿No es éste el joven ciego que se sentaba a pedir dinero?»

9. Unos decían: «Sí, es él.» Otros decían: «No, no es él, aunque se le parece mucho.» Pero él mismo decía: «¡Claro que soy yo!»

10. Entonces le preguntaron:—¿Cómo es que ya puedes ver?

11. Él respondió:—Un hombre llamado Jesús hizo lodo, me lo puso en los ojos, y me dijo que fuera a la piscina de Siloé y que me lavara. Yo fui, y en cuanto me lavé los ojos pude ver.

12. —¿Y dónde está Jesús? —le preguntaron.—No lo sé —contestó él.

15. Los fariseos le preguntaron:—¿Cómo es que ya puedes ver?El joven les respondió:—Jesús me puso lodo en los ojos, y ahora puedo ver.

16. Algunos fariseos dijeron: «A ese hombre no lo ha enviado Dios, pues desobedece la ley que prohíbe trabajar en sábado.» Pero otros decían: «¿Cómo puede un pecador hacer milagros como éste?» Y no se ponían de acuerdo.

17. Entonces le preguntaron al que había sido ciego:—Ya que ese hombre te dio la vista, ¿qué opinas de él?—Yo creo que es un profeta —les contestó.

18. Pero los jefes judíos no creían que ese joven hubiera sido ciego y que ahora pudiera ver. Entonces llamaron a los padres del joven

19. y les preguntaron:—¿Es éste su hijo? ¿Es cierto que nació ciego? ¿Cómo es que ahora puede ver?

20. Los padres respondieron:—De que éste es nuestro hijo, y de que nació ciego, no tenemos ninguna duda.

21. Pero no sabemos cómo es que ya puede ver, ni quién lo sanó. Pregúntenselo a él, pues ya es mayor de edad y puede contestar por sí mismo.

24. Los jefes judíos volvieron a llamar al que había sido ciego, y le dijeron:—Júranos por Dios que nos vas a decir la verdad. Nosotros sabemos que el hombre que te sanó es un pecador.

San Juan 9