1. Cuando Jesús salió del templo, vio por el camino a un joven que había nacido ciego.
2. Los discípulos le preguntaron a Jesús:—Maestro, ¿quién tiene la culpa de que este joven haya nacido ciego? ¿Fue por algo malo que hizo él mismo, o por algo malo que hicieron sus padres?
3. Jesús les respondió:—Ni él ni sus padres tienen la culpa. Nació así para que ustedes vean cómo el poder de Dios lo sana.
4. Mientras yo esté con ustedes, hagamos el trabajo que Dios mi Padre me mandó hacer; vendrá el momento en que ya nadie podrá trabajar.
5. Mientras yo estoy en el mundo, soy la luz del mundo.
6. Enseguida Jesús escupió en el suelo, hizo un poco de lodo con la saliva, y se lo puso al joven en los ojos.
7. Entonces le dijo: «Ve a la piscina de Siloé, y lávate los ojos.»El ciego fue y se lavó, y cuando regresó ya podía ver.
13-14. Cuando Jesús hizo lodo y sanó al ciego era día de descanso obligatorio. Por eso, algunos llevaron ante los fariseos al joven que había sido sanado.
22-23. Los padres dijeron esto porque tenían miedo de los jefes judíos, ya que ellos se habían puesto de acuerdo para expulsar de la sinagoga a todo el que creyera y dijera que Jesús era el Mesías.