5. En esa región llegó a un pueblo llamado Sicar. Cerca de allí había un pozo de agua que hacía mucho tiempo había pertenecido a Jacob. Cuando Jacob murió, el nuevo dueño del terreno donde estaba ese pozo fue su hijo José.
6. Eran como las doce del día, y Jesús estaba cansado del viaje. Por eso se sentó a la orilla del pozo,
9. Como los judíos no se llevaban bien con los de Samaria, la mujer le preguntó:—¡Pero si usted es judío! ¿Cómo es que me pide agua a mí, que soy samaritana?
43-44. Algunos no trataban bien a Jesús cuando él les hablaba. Por eso Jesús dijo una vez: «A ningún profeta lo reciben bien en su propio pueblo.»Después de estar dos días en aquel pueblo de Samaria, Jesús y sus discípulos salieron
45. hacia la región de Galilea. La gente de Galilea lo recibió muy bien, porque habían estado en la ciudad de Jerusalén para la fiesta de la Pascua, y habían visto todo lo que Jesús hizo en aquella ocasión.
46. Más tarde, Jesús regresó al pueblo de Caná, en Galilea, donde había convertido el agua en vino. En ese pueblo había un oficial importante del rey Herodes Antipas. Ese oficial tenía un hijo enfermo en el pueblo de Cafarnaúm.
47. Cuando el oficial supo que Jesús había viajado desde la región de Judea a Galilea, fue y le pidió que lo acompañara a su casa y sanara a su hijo, pues el muchacho estaba a punto de morir.
48. Jesús le contestó:—Ustedes sólo creen en Dios si ven señales y milagros.
49. Pero el oficial insistió:—Señor, venga usted pronto a mi casa, antes de que muera mi hijo.
50. Jesús le dijo:—Regresa a tu casa. Tu hijo vive.El hombre creyó lo que Jesús dijo, y se fue.
51. Mientras regresaba a su casa, sus criados salieron a su encuentro y le dijeron: «¡Su hijo vive!»