2-5. Judas Iscariote había prometido traicionar a Jesús. Conocía bien el lugar donde estaban Jesús y los otros discípulos, porque allí se habían reunido muchas veces. Entonces, llegó Judas al jardín con una tropa de soldados romanos. Los acompañaban unos guardias del templo, que habían sido enviados por los sacerdotes principales y por los fariseos. Iban armados, y llevaban lámparas y antorchas.Jesús ya sabía lo que iba a suceder. Cuando los vio venir, salió a su encuentro y les preguntó:—¿A quién buscan?—A Jesús de Nazaret —respondieron ellos.Jesús les dijo:—Yo soy.
16. Pero al ver que Pedro se quedó afuera, salió y habló con la muchacha que cuidaba la entrada, para que lo dejara entrar.
17. Ella le preguntó a Pedro:—¿No eres tú uno de los seguidores de ese hombre?—No, no lo soy —respondió Pedro.
18. Como hacía mucho frío, los sirvientes del jefe de los sacerdotes y los guardias del templo hicieron una fogata para calentarse. También Pedro se acercó a ellos para hacer lo mismo.
19. El jefe de los sacerdotes empezó a preguntarle a Jesús acerca de sus discípulos y de lo que enseñaba.
20-21. Jesús le dijo:—¿Por qué me preguntas a mí? Yo he hablado delante de todo el mundo. Siempre he enseñado en las sinagogas y en el templo, y nunca he dicho nada en secreto. Pregúntales a los que me han escuchado. Ellos te dirán lo que he dicho.
22. Cuando Jesús dijo esto, uno de los guardias del templo lo golpeó en la cara y le dijo:—¡Ésa no es manera de contestarle al jefe de los sacerdotes!