3. Todo fue creado por la Palabra,y sin la Palabra nada se hizo.
4. De la Palabra nace la vida,y la Palabra, que es la vida,es también nuestra luz.
5. La luz alumbra en la oscuridad,¡y nada puede destruirla!
6. Dios envió a un hombre llamado Juan,
7. para que hablara con la gente y la convenciera de creer en la luz.
8. Juan no era la luz; él sólo vino para mostrar quién era la luz.
9. Y la luz verdadera pronto llegaría a este mundo.
24-25. Entonces los mensajeros de los fariseos le dijeron a Juan:—Si tú no eres el Mesías, ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?
26. Juan contestó:—Yo bautizo con agua. Pero hay entre ustedes uno a quien todavía no conocen.
27. Aunque yo he llegado antes, él es más importante que yo, y ni siquiera merezco ser su esclavo.
28. Todo esto pasó en el pueblo de Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan bautizaba.
29. Al día siguiente, Juan vio que Jesús se acercaba. Entonces le dijo a toda la gente:«¡Aquí viene el Cordero de Dios que quita el pecado de la gente del mundo! Por medio de él, Dios les perdonará a ustedes todos sus pecados.
30. Yo me refería a él cuando dije: “Después de mí viene uno que es más importante que yo, porque existe desde antes de que yo naciera.”
31. Yo no sabía quién era, pero Dios me mandó a bautizar con agua para que todos puedan conocerlo.
32. »Yo vi cuando el Espíritu de Dios bajaba del cielo en forma de paloma y se colocaba sobre él.
33. No sabía yo quién era él, pero Dios me dijo: “Conocerás al que bautiza con el Espíritu Santo cuando veas que mi Espíritu baja y se coloca sobre él.”
34. Ahora lo he visto, y les aseguro que él es el Hijo de Dios.»
35. Al día siguiente, Juan estaba en el mismo lugar con dos de sus discípulos.
36. Cuando vio que Jesús pasaba por allí, les dijo: «¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!»
37. Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron.
38. Jesús se dio vuelta y, al ver que lo seguían, les preguntó qué querían. Ellos le preguntaron:—¿Dónde vives, Maestro?
39. —Síganme y lo verán —contestó Jesús.Ellos fueron y vieron dónde vivía Jesús; y como eran casi las cuatro de la tarde, se quedaron con él por el resto del día.