9. ¡Dios calma la sed del sediento,y el hambre del hambriento!
10. Nuestros abuelos estaban afligidos,vivían en la esclavitudy no sabían qué hacerni a dónde ir,
11. pues no tomaron en cuentalos consejos del Dios altísimoy se rebelaron contra él.
12. Por eso Dios los castigócon los trabajos más pesados;tropezaban, y nadie los levantaba.
13. Llenos de angustia, oraron a Dios,y él los salvó de su aflicción,
14. les mostró el camino a seguiry los libró de su esclavitud.
15. ¡Demos gracias a Diospor su amor,por todo lo que ha hechoen favor nuestro!
16. ¡Hizo pedazos las puertas de broncey las barras de hierroque nos tenían prisioneros!