2. En cierta ocasión, ellas fueron a la entrada del santuario para hablar con Moisés, Eleazar, los jefes del pueblo y todos los israelitas. Y les dijeron:
10. Y si no tiene hermanos, sus propiedades se le darán a los hermanos de su padre.
11. Y si su padre no tiene hermanos, entonces pasará su herencia al familiar más cercano. Ésta es una orden que yo mismo les he dado; ustedes deben obedecerla siempre.»
15. Y Moisés le respondió:
16. —Dios mío, tú eres el que nos da vida a todos. Te pido que les des a los israelitas un líder
17. que los guíe por dondequiera que vayan. No dejes que tu pueblo ande como un rebaño de ovejas sin pastor.
22-23. Y Moisés hizo todo esto, tal como Dios se lo había mandado.