5. Dios, entonces, le dio a Balaam este mensaje:—Regresa a donde está Balac y repite el mensaje que te he dado.
6. Balaam regresó a donde estaban los altares y se encontró con Balac y todos los jefes de Moab.
7. Allí Balaam se puso a cantar:«Balac, rey de Moab,me trajo de los cerros de Arabia,para maldecir a los israelitasy para condenarlos.
8. »Pero no puedo oponermea lo que Dios me dijo:“No maldigas a mi puebloni lo condenes”.
9. »Desde lo más alto de las montañascontemplo a ese pueblo especial.Sí, desde las alturascontemplo a ese pueblo obediente.
10. »¡Los israelitas son gente buena!No hay quien pueda contarlos.¡Los israelitas son gente de paz!¡Ojalá llegue a ser como ellos!»
11. Al oír esto, Balac se quejó con Balaam:—¿Qué te pasa? ¡Te traje para que maldigas a mis enemigos, y has hecho todo lo contrario!Pero Balaam contestó:
12. —Yo sólo puedo decir lo que Dios me manda.
13. Entonces Balac le dijo:—Ven conmigo, te llevaré a otro lugar. Quizá te animes a maldecir a ese pueblo si sólo ves a un grupo pequeño.
14. Balac lo llevó al campo de Sofim, a la parte más alta del monte Pisgá. Allí construyó siete altares, y en cada uno de ellos sacrificó un toro y un carnero.