5-7. y les dijo a Coré y a su grupo:—¡Ustedes, descendientes de Leví, son los que me tienen harto! Vengan mañana temprano con su brasero para quemar incienso y pónganlo delante de Dios. Entonces Dios elegirá a los que él quiera que le sirvan en el santuario, y sólo ellos podrán hacerlo.
44. y le dijo a Moisés:
45. «Aléjense de esta gente, porque la voy a destruir ahora mismo».Moisés y Aarón se tiraron de cara al suelo,
46. y Moisés le dijo a Aarón: «Dios está muy enojado, y está castigando a la gente. Así que toma el brasero, ponle carbones encendidos del altar, y échale incienso; ve luego a donde están los israelitas, y pídele a Dios que los perdone».
47. Aarón hizo lo que Moisés le dijo, y fue a donde estaba el pueblo. Al ver que Dios los estaba castigando, empezó a quemar incienso y a pedirle a Dios que los perdonara.
48. Aarón, por su parte, se paró entre la gente que ya estaba muerta y la que todavía estaba viva, y así detuvo el castigo de Dios.
49. Ese día murieron catorce mil setecientas personas, sin contar a las que habían muerto junto con Coré.
50. Cuando dejó de morir la gente, Aarón regresó al santuario para reunirse con Moisés.