30. Pero si Dios hace algo extraordinario, y se abre la tierra y se los traga vivos, no habrá duda de que ellos se rebelaron contra Dios».
31. En cuanto Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió
32. y se tragó vivos a todos los que habían seguido a Coré, junto con sus familias y todas sus pertenencias.