1. Los israelitas siempre se quejaban con Dios por los problemas que tenían. Cuando Dios oyó sus quejas, se enojó mucho y prendió un fuego alrededor del campamento.
2. La gente empezó a gritar y a pedirle ayuda a Moisés. Entonces Moisés rogó a Dios por ellos, y el fuego se apagó.
3. Por eso llamaron a ese lugar Taberá, que quiere decir «incendio». Lo llamaron así para recordar que Dios se había enojado allí contra ellos.
10. Moisés se dio cuenta de que todos los israelitas lloraban a la entrada de sus tiendas, y se molestó porque sabía que esto haría enojar mucho a Dios.
11. Por eso le preguntó a Dios:—Yo soy tu servidor. ¿Por qué me tratas mal y me obligas a soportar a este pueblo?