1. »No se fabriquen ninguna clase de ídolos, ni los adoren, pues yo soy Dios.
2. »Muestren respeto por mi santuario, y descansen en día sábado. Yo soy el Dios de Israel.
3. »Obedezcan fielmente mis leyes,
4. y yo les enviaré lluvia a tiempo para que tengan buenas cosechas de cereales y de frutas.
5. Será tan grande su cosecha, que no sabrán qué hacer con ella. Comerán hasta quedar satisfechos, y vivirán tranquilos.
6-8. »Yo les daré paz y seguridad. No tendrán por qué tener miedo de los animales salvajes, ni tampoco de sus enemigos, pues ustedes fácilmente los derrotarán: bastarán cinco de ustedes para hacer huir a cien, y cien harán huir a diez mil.
9. »Yo cumpliré las promesas que les hice. Los trataré con tanto amor que su nación será poderosa.
11-12. »Yo los acompañaré a dondequiera que vayan, y habitaré en el santuario que me han construido; nunca más los miraré con desagrado. Ustedes serán mi pueblo, y yo seré su Dios.
14-15. »Pero si ustedes no cumplen mis leyes, sino que me desobedecen y no cumplen mi pacto,
16-17. yo los castigaré duramente, y ésa será su ruina. Les enviaré enfermedades de las que no podrán sanar, y una fiebre que los dejará ciegos y sin fuerzas. Yo me apartaré de ustedes para que sus enemigos los destruyan, y ellos se comerán lo que ustedes planten. Bastará con que ustedes oigan hablar de un ataque enemigo para que salgan huyendo.
32-33. Su país quedará hecho un desierto, y sus ciudades quedarán en ruinas, pues los perseguiré espada en mano, y huirán a las naciones vecinas. ¡Hasta sus enemigos se sorprenderán al verlo!
34-35. Mientras la tierra esté abandonada, descansará, como debió hacerlo cada siete años mientras ustedes vivieron en ella. Sólo así podrá gozar de sus merecidos descansos. Y mientras tanto, ustedes andarán dispersos en un país enemigo.
38-40. »Sobre ustedes recaerá la culpa por los pecados que cometieron sus padres, y también la culpa por sus propios pecados. ¡Morirán en otras tierras, bajo el poder de sus enemigos! Entonces reconocerán que se rebelaron contra mí.
44-45. Y aunque estarán en un país enemigo, yo no los destruiré por completo. Mi enojo no llega a tanto. Yo soy el Dios de Israel, y renovaré el pacto que hice con sus antepasados, cuando los saqué de Egipto para ser su Dios. ¡Esto lo vieron todas las naciones!»