9. »Los sacerdotes podrán comerse este pan, pero deberán hacerlo en el lugar apartado especialmente para eso, porque es una ofrenda muy especial».
12. y lo pusieron bajo vigilancia hasta que Dios les dijera lo que debían hacer con él.
13. Y Dios le dijo a Moisés:
14. «Como este hombre me ofendió, debes sacarlo del campamento. Todos los que oyeron cómo me ofendió deberán poner las manos sobre su cabeza y matarlo a pedradas.
22. »Esta misma ley vale para todos, sean israelitas o extranjeros. Yo soy el Dios de Israel».
23. Moisés comunicó todo esto a los israelitas, y ellos sacaron del campamento al que había ofendido a Dios y lo mataron a pedradas. Así cumplieron la orden que Dios les había dado por medio de Moisés.