27. Al séptimo día lo revisará, y si la mancha se ha extendido por la piel, deberá declarar impuro al enfermo.
28. Por el contrario, si la mancha no se ha extendido y tiende a desaparecer, lo declarará puro, pues se trata sólo de la cicatriz de la quemadura.
29. »Si a un hombre o a una mujer les sale una llaga en la cabeza o en el mentón,
30. el sacerdote deberá revisar la llaga. Si la piel se ve hundida y el pelo se ha puesto amarillento y es escaso, el sacerdote deberá declarar impuro al enfermo pues se trata de una clase de lepra.
31. »Si el sacerdote ve que la piel no se ha hundido, pero el pelo aún no ha sanado, mantendrá apartado al enfermo durante siete días.
32. Al séptimo día lo revisará, y si ve que la llaga no se ha extendido,
33. el enfermo se afeitará, pero dejará sin afeitar la parte afectada. El sacerdote lo mantendrá apartado siete días más,
34. y al séptimo día volverá a revisarlo. Si la llaga no se ha extendido por la piel, deberá declararlo puro.
35-37. Por el contrario, si ésta vuelve a extenderse, el sacerdote lo declarará impuro.
38. »Si a un hombre o a una mujer les salen manchas de color blanco opaco,
39. se trata de una simple enfermedad de la piel, y la persona será declarada pura.
40-41. »Si a un hombre se le cae el pelo, se queda calvo, o si pierde el pelo de la frente, no se le declarará impuro.
42. Pero si en la parte calva aparece una mancha rojiza y pálida, eso significa que la parte calva se ha cubierto de lepra.
43. En tal caso, el sacerdote lo revisará. Si ve que la mancha tiene el mismo aspecto que la lepra que brota en la piel,
44. ese hombre está leproso y, por lo tanto, deberá declararlo impuro.
45-46. »Los enfermos de lepra deberán romperse la ropa y andar despeinados, y mientras dure su enfermedad serán considerados gente impura. Vivirán apartados, fuera del campamento. Además, se cubrirán la mitad del rostro e irán gritando: “¡Soy impuro! ¡Soy impuro!”
47. »A veces aparecen manchas en la ropa de lana y de lino,