3. Al prepararse para subir a Ai, Josué escogió a un ejército de treinta mil soldados, a los que envió de noche.
4. Les dijo:«¡Escuchen! Escóndanse detrás de la ciudad, no muy lejos de ella, y prepárense para atacarla.
5. Yo me acercaré por el frente con los demás soldados. Cuando la gente de Ai salga a atacarnos, huiremos como la vez pasada.
6. Ellos pensarán que estamos huyendo otra vez, y nos perseguirán. Así los alejaremos de la ciudad.
7. Entonces ustedes saldrán de su escondite para atacar la ciudad; porque nuestro Dios, nos la va a entregar.
8. Cuando la hayan tomado, le prenderán fuego como ordenó Dios. Éstas son mis órdenes».
9. Así los envió Josué al oeste de la ciudad, al lugar donde debían esconderse entre Betel y Ai. Los hombres se fueron allá, mientras que Josué pasó esa noche con su ejército.
22-23. Los israelitas que habían quemado la ciudad salieron de allí, rodearon a los de Ai y los mataron a todos. No se escapó ninguno, a excepción del rey, quien fue capturado y llevado ante Josué.
24. Así fue como los israelitas acabaron con todos los de Ai que estaban en el valle y que habían salido a perseguirlos. Después volvieron a Ai y mataron a todos los que estaban en la ciudad.
25-26. Ese día, mientras Josué mantuvo su lanza en dirección a la ciudad, los israelitas mataron a todos los habitantes de Ai, que eran unos doce mil entre hombres y mujeres.
27. Los israelitas se quedaron con los animales y con todo lo que había en la ciudad, porque Dios le había dicho a Josué que podían hacerlo.
28. Luego Josué ordenó que se prendiera fuego a la ciudad de Ai, hasta dejarla en ruinas, como todavía puede verse.