1. Llegó el momento en que Job ya no pudo más y comenzó a maldecir el día en que nació.
2. Entonces, dijo:
3. «¡Maldito sea el día en que nací!Maldita la noche en que anunciaron:“¡Fue niño!”
11-13. »Mejor hubiera nacido muerto.¡Así nadie me habría abrazadoni me habría amamantado,y ahora estaría descansando en paz!
14-15. ¡Estaría en la compañíade esos reyes, gobernantes y consejerosque construyeron grandes monumentosy llenaron de oro y plata sus palacios!
17-18. Para los cansados y prisioneros,la muerte es un descanso,pues ya no oyen gritar al capataz.Con la muerte, los malvadosdejan de hacer destrozos.
25-26. Ya he perdido la paz.Mis peores temoresse han hecho realidad».