1-2. Dios volvió a hablarme cuando me llevaban a Babilonia junto con los prisioneros de Judá y Jerusalén. Cuando llegamos a Ramá, el comandante Nebuzaradán me quitó las cadenas y me dijo a solas:«El Dios de Israel me pidió que te dijera que él mandó este desastre sobre tu país,
3. para cumplir con sus amenazas. Ustedes se rebelaron contra él y fueron muy desobedientes. Por eso les pasó todo esto.