6. Son como las espinas del desierto,que nunca disfrutarán del agua,pues viven en tierras áridas,donde nada crece.
7. ”¡Pero benditos sean aquellosque sólo confían en mí!
8. Son como árboles plantadosa la orilla de un río:extienden sus raíces hacia la corriente,el calor no les causa ningún daño,sus hojas siempre están verdesy todo el año dan fruto.
9. ”Ustedes se creen buenos,pero son malos y mentirosos;¡no tienen remedio!
10. Sólo yo, el Dios de Israel,sé muy bien lo que piensan,y los castigaré por su mala conducta.
11. ”Los que se vuelven ricoshaciendo trampa,perderán sus riquezasy, cuando menos lo esperen,acabarán en la miseria”».
12. Yo, Jeremías, dije:«El templo donde tienes tu tronodesde un principio está en lo alto;¡es un lugar muy hermoso!
13. »Los que te abandonanquedarán avergonzados.¡Desaparecerán como el polvoque se lleva el viento!»Sólo tú, Dios de Israel,eres la fuente de vida.¡Tú eres nuestra única esperanza!
14. »Dios mío,sólo tú mereces mis alabanzas.¡Devuélveme la salud,dame salvación!Así viviré feliz y en paz.
15. »La gente de Judá me dice:“Dios no ha cumplido sus promesas.¡Queremos que se cumplan ya!”
16. »Dios mío, yo no te pedíque castigues a tu pueblo;al contrario, lo cuidécomo un pastor a sus ovejas.
17. Cuando estoy en peligro,tú me proteges.¡No dejes que el miedose apodere de mí!
18. ¡Avergüenza a mis enemigos,pero no me avergüences a mí!¡Haz que tiemblen de miedo,pero a mí no me asustes!¡Mándales tiempos difíciles,y destrúyelos de una vez!»
19. Dios me dijo:«Jeremías, ve a todos los portones de Jerusalén, y repite allí el mensaje que te voy a dar. Comienza por el portón principal, que es por donde entran y salen los reyes de Judá.
20. Esto es lo que tienes que decir:“Reyes de Judá y habitantes del país, y todos los que pasan por estos portones, ¡escuchen la palabra de nuestro Dios!
21. Él me manda a recordarles que el sábado es día de descanso. Por lo tanto, ese día no lleven ninguna carga, ni la introduzcan por los portones de Jerusalén.
22. Ese día no saquen de sus casas ninguna carga ni hagan ningún tipo de trabajo. El sábado es un día que deben dedicar a Dios; así se lo ordenó a nuestros antepasados.
23. ”Ustedes, los que viven en Judá, no han querido obedecer a Dios; al contrario, se empeñan en desobedecerlo y no quieren ser disciplinados.
24. Pero si siguen fielmente las instrucciones acerca del sábado, y se lo dedican a Dios tal como ya les dije, Dios les asegura