1-3. Dios me dijo:«Jeremías, no te cases en este país, ni tengas hijos ni hijas, porque de todos los que viven en este país,
4. algunos morirán de enfermedades horribles, otros morirán de hambre y otros en la guerra. Nadie llorará por ellos, ni los sepultará. Sus cadáveres quedarán tendidos sobre el suelo, como si fueran basura, y con ellos se alimentarán las aves del cielo y los animales salvajes.
5. »He decidido retirar de este pueblo mi paz, mi amor y mi compasión. Así que no vayas a ningún entierro, ni llores por ningún muerto.
6. En este país todos morirán, sean ricos o pobres, y nadie llorará por ellos ni los sepultará, ni guardará luto.
7. Nadie ofrecerá una comida para consolar a los que hayan perdido a un ser querido. A nadie se le ofrecerá consuelo, aunque haya muerto su padre o su madre.
8. »Tampoco vayas a ninguna boda, ni comas ni bebas nada allí.
19-20. Yo, Jeremías, le rogué a Dios:«Dios mío, tú me das nuevas fuerzas;cuando me encuentro en peligro,tú eres mi refugio.Desde los lugares más lejanos del mundovendrán a ti las naciones, y dirán:“Nuestros antepasadosfabricaron dioses falsosque no sirven para nada”».