3. ¡Dios nuestro,tú nos has llenado de alegría!Todos nos alegramos en tu presencia,como cuando llega la cosecha,como cuando la gentese reparte muchas riquezas.
4. Tú nos has liberadode los que nos esclavizaron.Tu victoria sobre ellos fue tan grandecomo tu victoria sobre el pueblo de Madián.
5. Tú echarás al fuegolas botas de los soldadosy sus ropas manchadas de sangre.
6. »Nos ha nacido un niño,Dios nos ha dado un hijo:a ese niño se le ha dadoel poder de gobernar;y se le darán estos nombres:Consejero admirable, Dios invencible,Padre eterno, Príncipe de paz.
7. Él se sentará en el trono de David,y reinará sobre todo el mundoy por siempre habrá paz.»Su reino será invencible,y para siempre reinaránla justicia y el derecho.»Esto lo hará el Dios todopoderosopor el gran amor que nos tiene.»
10. “No importa que hayan tiradolos edificios de ladrillo;nosotros construiremos otros,y los haremos de piedra.Han derribado los árboles de sicómoro,pero nosotros plantaremos cedros”.
11. »Dios ordenó que los atacaranunos enemigos terribles.
12. Por el este, los atacaron los sirios;por el oeste, los filisteos.De un solo bocadose tragaron a Israel.A pesar de todo esto,el enojo de Dios no se ha calmado;nos sigue amenazando todavía.
13. »El Dios todopoderosocastigó a su pueblo,pero éste no se arrepintió,ni buscó su ayuda.
16. »Los jefes engañaron a este pueblo,y confundieron a toda su gente.
17. Por eso Dios no perdonó a sus jóvenes,ni se compadeció de sus huérfanosni de sus viudas.Porque todo el pueblo fue muy maloy sólo decía tonterías.A pesar de todo esto,el enojo de Dios no se ha calmado;nos sigue amenazando todavía.
18. »La maldad es como el fuego,que todo lo devora;no deja espinos ni matorrales,ni árboles en el bosquey el humo sube en grandes columnas.
19. »Dios es el rey del universo,y cuando se enojatodo el país queda destruido.»Nadie se compadece de su hermano;
20. se destruyen unos a otros,y aun así no quedan satisfechos.
21. Las tribus de Efraín y Manasésse pelean entre ellos,y luego los dos juntos atacan a Judá.A pesar de todo esto,el enojo de Dios no se ha calmado;nos sigue amenazando todavía.