5. »Dios nuestro,tú eres el Dios soberanoque vive en el cielo.Has hecho que en Jerusalénhaya honestidad y justicia;
6. nos haces vivir seguros;tu sabiduría y tus conocimientosnos han dado la salvación;¡el obedecerte es nuestro tesoro!
7. »Nuestros valientesgritan por las calles;nuestros mensajeros de pazlloran amargamente.
8. Los caminos están desiertos,nadie transita por ellos;se han roto los pactos,se rechaza a los testigos,y no hay respeto por nadie.
9. Todos en el país están tristes;los bosques del Líbanose han secadoy han perdido su color.Todo el valle de Sarónha quedado hecho un desierto;la región de Basány el monte Carmelohan perdido su verdor».
10. Dios dice:«Ahora mismo voy a actuary demostraré mi poder.
11. Todos los planes de Asiriason pura paja y basura;pero mi soplo es un fuegoque los quemará por completo.
12. Sus ejércitos arderáncomo espinas en el fuego,y quedarán reducidos a cenizas.
13. Ustedes, los que están lejos,miren lo que hice;y ustedes, los que están cerca,reconozcan mi poder.
14. »En Jerusalénlos pecadores tiemblan,los malvados se llenan de miedoy gritan:“No podremos sobreviviral fuego destructor de Dios;¡ese fuego no se apagay no quedaremos con vida!”»
17. Isaías les dijo a los israelitas:«Ustedes verán a un reyen todo su esplendor;verán un país tan grandeque parecerá no tener fronteras.
18. Y cuando se pongan a pensaren el miedo que sentían, dirán:“¿Y dónde han quedadolos que nos cobraban los impuestos?¿Dónde están los contadoresque nos cobraban tanto dinero?”
19. »Ya no volverán a vera ese pueblo tan violento,que hablaba un idiomatan difícil y enredadoque nadie podía entender.
20. Fíjense en mi temploy en la ciudad de Jerusalén:¡allí celebraremos nuestras fiestas!Será un lugar tan segurocomo una carpa bien plantada,con estacas bien clavadasy cuerdas que no se rompen.
21. ¡Allí Dios mostrará su poder!»Jerusalén tendrá ríos muy anchos,pero los barcos enemigosno podrán pasar por allí.
22. Dios es nuestro juezy nuestro rey.¡Nuestro Dios nos salvará!
23. »Las naves de Asiriatienen flojas las cuerdas,su mástil tambaleay no sostiene su bandera.Sus enemigos, y hasta los cojos,les quitan todas sus riquezas.
24. Pero Dios perdonará los pecadosde los habitantes de Jerusalén.Ninguno de ellos volverá a decir:“Siento que me muero”».