4. Fue así como el Espíritu Santo los llenó de poder a todos ellos, y enseguida empezaron a hablar en otros idiomas. Cada uno hablaba según lo que el Espíritu Santo le indicaba.
5. En aquel tiempo, muchos judíos que amaban a Dios estaban de visita en Jerusalén. Habían llegado de todas las regiones del Imperio Romano.
6. Al oír el ruido, muchos de ellos se acercaron al salón, y se sorprendieron de que podían entender lo que decían los seguidores de Jesús.
7. Estaban tan admirados que se decían unos a otros:«Pero estos que están hablando, ¿acaso no son de la región de Galilea?
8. ¿Cómo es que los oímos hablar en nuestro propio idioma?