Hechos 10:19-33 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

19. Pedro seguía pensando en lo que había visto, pero el Espíritu del Señor le dijo: «Mira, unos hombres te buscan.

20. Baja y vete con ellos. No te preocupes, porque yo los he enviado.»

21. Entonces Pedro bajó y les dijo a los hombres:—Yo soy Pedro. ¿Para qué me buscan?

22. Ellos respondieron:—Nos envía el capitán Cornelio, que es un hombre bueno y obedece a Dios. Todos los judíos lo respetan mucho. Un ángel del Señor se le apareció y le dijo: “Haz que Pedro venga a tu casa, y escucha bien lo que va a decirte.”

23. Pedro les dijo:—Entren en la casa, y pasen aquí la noche.Al amanecer, Pedro y aquellos hombres se prepararon y salieron hacia la ciudad de Cesarea. Con ellos fueron algunos miembros de la iglesia del puerto de Jope.

24. Un día después llegaron a Cesarea. Cornelio estaba esperándolos, junto con sus familiares y un grupo de sus mejores amigos, a quienes él había invitado.

25. Cuando Pedro estuvo frente a la casa, Cornelio salió a recibirlo, y con mucho respeto se arrodilló ante él.

26. Pedro le dijo: «Levántate Cornelio, pues, como tú, no soy más que un hombre común y corriente.»

27. Luego se pusieron a conversar, y entraron juntos en la casa. Allí Pedro encontró a toda la gente que se había reunido para recibirlo,

28. y les dijo:—Ustedes deben saber que a nosotros, los judíos, la ley no nos permite visitar a personas de otra raza ni estar con ellas. Pero Dios me ha mostrado que yo no debo rechazar a nadie.

29. Por eso he aceptado venir a esta casa. Díganme, ¿para qué me han hecho venir?

30. Cornelio le respondió:—Hace cuatro días, como a las tres de la tarde, yo estaba aquí en mi casa, orando. De pronto se me apareció un hombre con ropa muy brillante,

31. y me dijo: “Cornelio, Dios ha escuchado tus oraciones, y ha tomado en cuenta todo lo que has hecho para ayudar a los pobres.

32. Envía a Jope unos mensajeros, para que busquen a un hombre llamado Pedro, que está viviendo en casa de un curtidor de pieles llamado Simón. La casa está junto al mar.”

33. »Enseguida envié a mis mensajeros, y tú has aceptado muy amablemente mi invitación. Todos estamos aquí, listos para oír lo que Dios te ha ordenado que nos digas, y estamos seguros de que él nos está viendo en este momento.

Hechos 10