3-4. Entonces Dios le dijo:«Yo soy el Dios de tu padre. No tengas miedo de ir a Egipto, porque yo voy a ir contigo. Te convertiré en una gran nación, y te haré volver de nuevo a Canaán. Además, cuando mueras, José estará a tu lado».
29. José mandó que le prepararan su carro, y salió a encontrarse con su padre. En cuanto José lo vio, corrió a sus brazos y se soltó a llorar un buen rato.
30. Y Jacob le dijo:—Con mis propios ojos te he visto, y sé que estás vivo. ¡Ya puedo morir en paz!
31. José les dijo a sus hermanos y a todos sus familiares:—Voy a hablar con el rey. Le diré que toda mi familia, que vivía en Canaán, ha venido a quedarse conmigo.
32. Le diré que ustedes crían ovejas, y que se han traído sus rebaños y ganado, y todo lo que tienen.
33. Cuando el rey los llame y les pregunte a qué se dedican,
34. respóndanle que siempre han sido pastores, como nuestros abuelos. Así los dejará quedarse en la región de Gosen.Y es que a los egipcios no les gusta vivir cerca de los pastores.