9. Ellos le respondieron:—¡Quítate de ahí! ¿Tú quién eres para decirnos lo que debemos hacer? ¡Ni siquiera eres de los nuestros! ¡Pues ahora te va a ir peor que a ellos!Y a empujones quitaron a Lot de en medio, con la intención de echar abajo la puerta.
10. Sin embargo, desde adentro los ángeles estiraron el brazo, metieron a Lot en la casa y cerraron la puerta.
11. Luego, a todos los que estaban afuera los dejaron ciegos para que no pudieran entrar.
12. Después de eso, los dos ángeles le dijeron a Lot:—Si tienes en la ciudad otros hijos o hijas, yernos o familiares, sácalos de aquí
13. porque vamos a destruir este lugar. Son tantas las quejas que hay contra la gente de esta ciudad, que Dios nos ha enviado a destruirla.
14. Lot salió de la casa para hablar con los novios de sus hijas, y les dijo:—¡Apúrense! ¡Salgan de la ciudad, porque Dios está a punto de destruirla!Sus futuros yernos pensaron que Lot estaba bromeando,
15. pero al amanecer los ángeles insistieron:—¡Lot, date prisa! ¡Llévate de aquí a tu esposa y a tus dos hijas! ¡De lo contrario, serás destruido junto con la ciudad!
16. Y como Lot no se apuraba, los ángeles lo agarraron de la mano, y también a su esposa y a sus hijas, y los sacaron de la ciudad. Los pusieron a salvo porque Dios les tuvo compasión.
17. Tan pronto como los sacaron, uno de los ángeles dijo:—¡Si quieren salvarse, corran! ¡No miren hacia atrás, ni se detengan en el valle! ¡Huyan a las montañas, y pónganse a salvo! De lo contrario, ¡serán destruidos!
18. Pero Lot le contestó:—¡No, señor, de ninguna manera!
19. Aunque soy muy humilde, usted ha sido muy bueno conmigo, pues tuvo compasión de mí y me salvó la vida. Pero yo no puedo huir a las montañas, porque este desastre me alcanzará y moriré.
20. Mire, aquí cerca hay una ciudad pequeña; si echo a correr podré llegar a ella y ponerme a salvo. ¿Verdad que es muy pequeña?
21. Y aquel ángel le contestó:—Está bien. Voy a cumplir tus deseos. No destruiré la ciudad de la que hablas.
22. Pero vete enseguida, porque no podré hacer nada hasta que llegues allá.Por eso la ciudad se llama Sóar, que quiere decir, «pequeña».
23. Lot llegó a Sóar cuando el sol comenzaba a salir.
24. En ese momento Dios hizo caer del cielo una lluvia de azufre encendido sobre Sodoma y Gomorra.
25. Así fue como Dios acabó con las ciudades del valle y sus habitantes, y también destruyó toda la vegetación.
26. Pero la esposa de Lot miró hacia atrás, y quedó convertida en estatua de sal.
27. Al día siguiente, Abraham se levantó muy temprano y regresó a donde había estado hablando con Dios.