1. Después de esto, Dios se le apareció a Abram en una visión, y le dijo:—Abram, no tengas miedo. Yo soy quien te protege. Voy a darte muchas riquezas.
5. Luego lo llevó afuera y le dijo:—Mira el cielo y sus muchas estrellas. ¿Verdad que no puedes contarlas? ¡Pues tampoco será posible contar a tus descendientes!
8. Abram le respondió:—¡Dios y Rey mío! ¿Cómo puedo estar seguro de que me la darás?
9. Entonces Dios le dijo:—Para cerrar el trato, trae una vaca, una cabra y un carnero, de tres años cada uno. Y trae también una paloma y una tortolita.
10. Abram le llevó a Dios todos estos animales y los partió por la mitad, pero a las aves las dejó enteras.
11. Los buitres se lanzaban sobre los cadáveres, pero Abram los espantaba.
12. Cuando el sol comenzaba a ocultarse, Abram sintió mucho sueño, y se vio rodeado de una gran oscuridad. Eso le dio mucho miedo,