20-21. »Por culpa de ellos la gente se burló de mí, pues a dondequiera que llegaban, la gente decía: “Si éstos son el pueblo de Dios, ¿por qué han tenido que abandonar su tierra?” Entonces decidí defenderme.
22-23. »Por lo tanto, diles de mi parte a los israelitas:“Ustedes no merecen ser libres, pues por culpa de ustedes las naciones se burlan de mí. Sin embargo, para poner fin a sus burlas les daré libertad. Así las naciones verán que soy un Dios grande y poderoso, y reconocerán que yo soy el Dios de Israel. Lo he dicho, y lo cumpliré.
24. ”Yo los libraré de todas esas naciones; los reuniré y los llevaré a su tierra.
25. Ustedes adoraron ídolos malolientes, pero yo me olvidaré de sus maldades; las limpiaré como quien limpia un trapo sucio.
26. Yo les daré nueva vida. Haré que cambien su manera de pensar. Entonces dejarán de ser tercos y testarudos, pues yo haré que sean leales y obedientes.
27. Pondré mi espíritu en ustedes, y así haré que obedezcan todos mis mandamientos.
28. Entonces vivirán en la tierra que les di a sus antepasados, y ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.
29-30. ”Ya no dejaré que sigan pecando así. Les daré tanta comida que no volverán a sufrir de hambre ni a pasar vergüenzas delante de las naciones.