17. »Y a ustedes, pueblo mío, quiero decirles que seré justo, tanto con los débiles como con los fuertes. Algunos de ustedes son como las ovejas, otros son como los carneros y otros son como los chivos.
18. Algunos de ustedes no se conforman con comerse el mejor pasto, sino que pisotean el pasto que no se comieron. A otros les gusta beber el agua clara, pero con las patas revuelven toda el agua.
19. Y así, los más débiles tienen que comerse el pasto pisoteado y beberse el agua revuelta.
20. »Yo juzgaré a los fuertes y a los débiles. Les doy mi palabra.
21. Ustedes los fuertes empujan a los débiles, y los hacen a un lado; además, los atacan y los hacen huir.
22. Pero yo soy su juez, y voy a protegerlos. No dejaré que vuelvan a aprovecharse de ellos,
23. pues les enviaré de nuevo a David, mi fiel servidor, para que los cuide.
24. Yo soy el Dios de Israel, y David será su gobernante. Les doy mi palabra.
25. »Éste es el pacto de paz que haré con ustedes: Alejaré a los pueblos violentos. Así podrán vivir tranquilos en el desierto, y podrán dormir en los bosques.