Ezequiel 33:2-27 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

2. «Ezequiel, dales de mi parte este mensaje a los israelitas:“Cuando yo permito que haya guerra en algún país, la gente de ese lugar elige a alguien y lo pone como vigilante.

3. Ese vigilante tiene la obligación de tocar la trompeta si ve que el ejército enemigo se acerca.

6. ”También puede suceder que el vigilante vea que se acerca el enemigo, y no toque la trompeta. En tal caso, si el enemigo llega y mata a alguien, esa persona morirá por causa de su pecado, pero yo le pediré cuentas de esa muerte al vigilante”.

10. »Los israelitas creen que ya no tienen remedio. Creen que se están pudriendo en vida porque han pecado mucho. Pero tú debes decirles

11. de mi parte que yo no quiero que muera la gente malvada. Lo que quiero es que dejen su mala conducta y vivan. Israelitas, ¡cambien su mala conducta! ¡Dejen de hacer lo malo, y no morirán!

20. »Sin embargo, los israelitas me critican y siguen diciendo que soy injusto. Pero yo voy a juzgar a cada quien de acuerdo con su conducta».

21. Habían pasado doce años desde que llegamos presos a Babilonia. El día cinco del mes de Tébet me enteré de que Jerusalén había sido destruida. Uno de los que habían logrado escapar con vida me dio la noticia.

22. La noche anterior, Dios me había hecho sentir su poder y me dejó mudo. Pero al día siguiente, cuando llegó el sobreviviente, Dios me permitió volver a hablar

23. y me dijo:

24. «Israel es un país en ruinas. Sin embargo, hay israelitas que se consuelan diciendo: “Si Abraham por sí solo pudo adueñarse de este país, ¡con mayor razón nosotros, que somos muchos, podremos permanecer en él!”

25-26. Por lo tanto, ve y diles de mi parte: “Ustedes hacen cosas repugnantes, comen alimentos prohibidos, adoran a dioses falsos, matan gente, confían en sus armas, y tienen relaciones sexuales con la mujer de su prójimo. ¿Y aún así esperan adueñarse de esta tierra?”

27. »Diles también de mi parte:“Yo les juro que los israelitas que aún viven en estas ruinas morirán atravesados por la espada. Los animales salvajes se comerán a los que vivan en el campo, y la enfermedad acabará con los que se escondan en cuevas y fortalezas.

Ezequiel 33