2-8. «Ezequiel, voy a contarte la historia de dos hermanas. La mayor se llamaba Oholá, y representa a la ciudad de Samaria. La menor se llamaba Oholibá, y representa a la ciudad de Jerusalén. Desde que eran jóvenes se portaron como prostitutas, y eso es lo que son: Mientras vivían en Egipto, se dejaban tocar los pechos, y acabaron teniendo relaciones sexuales con muchos hombres.»A pesar de todo esto, yo me casé con ellas, y tuvimos hijos e hijas.»Como esposa, Oholá me fue infiel. Se enamoró locamente de sus amantes asirios, que eran jóvenes muy bien parecidos. Vestían elegantes uniformes y sabían montar a caballo; en su país los reconocían como jefes. Eran los mejores hombres de su país. Y Oholá no sólo tuvo amoríos con ellos, sino que además adoró a todos sus ídolos malolientes.
9. »Tan enamorada estaba Oholá de sus amantes asirios, que dejé que ellos hicieran con ella lo que quisieran.
18-21. »Pero también yo sentí asco de ella, como antes lo había sentido de su hermana. Ella, por su parte, se acordó de los días de su juventud en Egipto. Se acordó de cuando dejaba que los egipcios le tocaran los pechos, y de cuando tenía relaciones sexuales con ellos. Oholibá amaba a los egipcios con locura porque, en su trato sexual, se portaban como animales.»Tú, Oholibá, sentiste nostalgia al acordarte de esos días, y te entregaste de lleno a la prostitución.
22. Pero yo soy tu Dios, y te advierto que haré que tus amantes se vuelvan tus enemigos. Ahora te dan asco, pero vendrán contra ti de todas partes.
23. Vendrán los babilonios, los caldeos, los de Pecod, Soa y Coa. Vendrán también los asirios, esos jóvenes bien parecidos y elegantemente uniformados, que saben montar a caballo y son jefes de su nación.
24. Todos ellos vendrán contra ti. Llegarán bien armados y con grandes ejércitos, te rodearán por completo, y te castigarán de acuerdo con sus leyes.
25-29. »Yo descargaré todo mi enojo sobre ti, y ellos te maltratarán con gran crueldad: te arrancarán tus vestidos y te quitarán tus joyas; también te quitarán tus hijos y tus hijas, y a los que logren escapar los consumirá el fuego; a ti te cortarán la nariz y las orejas, y a quien quede vivo lo matarán. Sólo así les pondré freno a tus deseos sexuales y a la vida de prostituta que llevaste en Egipto. Así no andarás buscando a los egipcios, ni volverás a acordarte de ellos.»Yo soy tu Dios, y te aseguro que voy a entregarte en manos de esa gente que odias y que te da asco. Entonces todo el mundo se dará cuenta de la clase de mujerzuela que eres.»Tu desobediencia
30. es la causa de todo lo que te ha pasado. Tuviste relaciones sexuales con esa gente y adoraste a sus ídolos malolientes;
31. además, seguiste el mal ejemplo de tu hermana. Por eso, te castigaré igual que a ella.
32-34. »Yo, el Dios de Israel, te juro que sufrirás el mismo castigo que sufrió tu hermana. Sufrirás burlas y desprecios, grandes sufrimientos y una terrible soledad. Así castigué a tu hermana Samaria, y así también te castigaré a ti. Después de eso, tú misma te desgarrarás los pechos. Yo, el Dios de Israel, he dado mi palabra y la cumpliré.
35. »Como te olvidaste de mí y me diste la espalda, tendrás que sufrir las consecuencias de tu desvergüenza como prostituta. Te juro que así lo haré».
36. Dios también me dijo:«Tú, Ezequiel, encárgate de anunciarles a Oholá y a Oholibá que son culpables. ¡Recuérdales a Samaria y a Jerusalén sus repugnantes acciones!
37-39. Ellas me fueron infieles, pues adoraron a sus ídolos malolientes. Además, son unas asesinas, pues presentaron a nuestros hijos como ofrenda a esos ídolos. Por si fuera poco, iban los sábados al templo no para adorarme, sino para ofenderme. ¡Todo eso lo hicieron en mi propio templo!
40. »Luego mandaron traer a gente de tierras lejanas, y mientras tanto se bañaron, se pintaron los ojos y se adornaron con joyas. Cuando ellos llegaron, ellas los recibieron
41. recostadas en lujosas camas. La mesa estaba ya servida, frente a ellas, y allí pusieron el incienso y el perfume que antes me ofrecían a mí.