17. »A pesar de todo, yo les tuve compasión y no los destruí en el desierto;
18. pero a sus hijos les advertí que no siguieran el mal ejemplo de sus padres, ni tuvieran nada que ver con sus ídolos malolientes.
19. »Yo soy el Dios de Israel. Por eso les pedí que obedecieran todos mis mandamientos,
20. y que me adoraran el día sábado, como señal de que me reconocían como su Dios.
21. Sin embargo, ellos fueron rebeldes. No obedecieron mis mandamientos, que dan vida a quienes los obedecen, ni me adoraron el día sábado.»Yo estaba tan enojado que, para desahogarme, allí en el desierto quise acabar con ellos.