1. Dios también me dijo:
2-3. «Ezequiel, hombre mortal, habla con los habitantes de Jerusalén y hazles entender que me repugna su conducta. Dales de mi parte el siguiente mensaje:“La ciudad de Jerusalén fue fundada en Canaán. Antes fue habitada por los amorreos y los hititas. ¡Desde sus inicios es una ciudad malvada!
4-5. Cuando la fundaron, fue como una niña abandonada al nacer. Nadie se interesó por ella, ni la cuidó ni le cortó el ombligo. Nadie la bañó, ni la frotó con sal, ni la envolvió en pañales. Al contrario, la abandonaron como si fuera basura.
6. ”Yo pasaba por ahí y la vi en el suelo, revolcándose en su propia sangre. Parecía una niña abandonada. Pensé que merecía una oportunidad,
7. y la ayudé a crecer. La ciudad creció; fue como ver a la niña convertirse en una joven muy hermosa. Le crecieron los pechos, y le salió el vello de mujer. Aun así, estaba totalmente desnuda.
10-13. Luego le puse un vestido de pura seda y finos bordados, y le puse calzado en sus pies. Así de amoroso fui con Jerusalén. Y no sólo la alimenté bien, sino que la llené de grandes riquezas, como quien le regala a su novia brazaletes, collares, anillos, aretes, y una lujosa corona. Era la ciudad más hermosa de todas; ¡parecía una reina!
18-19. las vistió con finos vestidos y les rindió culto. Los ricos ungüentos y perfumes, y hasta los mejores alimentos que le di, los usó para adorar falsos dioses. Les juro que así fue.
20-21. ”Pero no le bastó con portarse como una ciudad cualquiera. Sus habitantes tomaron a sus hijos y a sus hijas, y los quemaron como ofrenda en honor de esos ídolos.
24-26. en las plazas y en las esquinas de las calles los israelitas construyeron altares para adorar cuanto ídolo quisieron. Se hicieron amigos de los egipcios, y juntos adoraron a sus ídolos, creyendo que podían más que yo. Realmente me hicieron enojar. ¡Jerusalén, has perdido toda tu belleza!
31-33. ”¡Jerusalén, te comportas como una mujer que engaña a su esposo! ¡Me engañaste! En realidad, te has portado peor que una prostituta. Porque la prostituta cobra por tener relaciones sexuales con alguien; tú, en cambio, cuando adoras a otros ídolos, lo haces a cambio de nada, más bien eres tú quien lo da todo. Obligas a la gente a venir de todas partes, para adorar juntos a los ídolos en los altares que construiste en las plazas y las esquinas.
35-36. ”Por lo tanto, ciudad infiel, presta atención a lo que voy a decirte: Como no te dio vergüenza adorar descaradamente a los ídolos de otras naciones, y como les ofreciste la sangre de tus hijos,
46-48. Tu hermana mayor es la ciudad de Samaria, que está al norte, y sus descendientes son los pueblos que la rodean. Tu hermana menor es la ciudad de Sodoma, que está al sur, y sus descendientes son también los pueblos que la rodean. Pero ni ella ni sus pueblos se portaron como tú y tus pueblos, porque tú empezaste por seguir su mal ejemplo y cometer sus mismas maldades, pero acabaste siendo peor que ella. Te juro que así es.
51-55. Pero ni Samaria ni sus pueblos llegaron a pecar como tú. Comparadas contigo, tus dos hermanas resultan dos blancas palomitas. ¡Así de graves son tus repugnantes acciones! Por todo eso, ahora tú tendrás que sufrir la vergüenza, y tu castigo será la humillación.”Sin embargo, tu castigo les servirá de consuelo a Sodoma y a Samaria, y a sus pueblos, pues yo haré que ellas vuelvan a ser lo que antes fueron, ¡y lo mismo haré contigo y con tus pueblos!
60-63. Sin embargo, yo sí cumpliré mi compromiso contigo, lo mismo que las promesas que te hice cuando aún no eras una ciudad importante. ¡Jerusalén, mi amor por ti será siempre el mismo! Así reconocerás que yo soy tu Dios.»Yo haré también que Samaria y Sodoma lleguen a ser tuyas, aun cuando esto no formaba parte de mi compromiso contigo. Cuando yo te haya perdonado por completo, te acordarás de todos los pecados que cometiste. Y te sentirás tan avergonzada y humillada, que no volverás a abrir la boca. Te juro que así lo haré”».