3. —Tírala al suelo —ordenó Dios.Moisés tiró la vara al suelo, y ésta se convirtió en una serpiente. Moisés trató de apartarse de ella,
4. pero Dios le dijo:—Ahora extiende la mano y agarra la serpiente por la cola.Moisés extendió la mano para agarrarla y, en cuanto la tocó, la serpiente se convirtió otra vez en una vara. Entonces Dios le dijo:
5. —Haz esto mismo delante de los jefes de Israel. Cuando ellos vean que la vara se convierte en serpiente, creerán que me has visto a mí, que soy el Dios de sus antepasados.
9. —Si después de ver estas dos señales no te creen ni te obedecen, ve al río Nilo, saca agua de allí, y derrámala en el suelo. Enseguida el agua se convertirá en sangre.
10. Sin embargo, Moisés le dijo a Dios:—¡Pero es que yo no sé hablar bien! Siempre que hablo, se me traba la lengua, y por eso nadie me hace caso. Este problema lo tengo desde niño.
11. Dios le contestó:—Escúchame, Moisés, ¡soy yo quien hace que hables o que no hables! ¡Soy yo quien hace que puedas oír o que no oigas nada! ¡Soy yo quien puede hacerte ver, o dejarte ciego!
12. Anda, ponte en marcha a Egipto, que yo te ayudaré a que hables bien, y te enseñaré lo que debes decir.
13. Pero Moisés dijo:—Dios mío, te ruego que envíes a otra persona.
14. Entonces Dios se enojó con Moisés y le dijo:—¡Pues ahí tienes a tu hermano Aarón, el sacerdote de la tribu de Leví! Aarón habla muy bien, y sabe convencer a la gente. Además, ya ha salido a tu encuentro, y se alegrará de verte.
17. Anda, toma la vara y haz con ella lo que te he ordenado hacer.
18. Moisés volvió entonces a donde estaba su suegro Jetró, y le dijo:—Déjame regresar a Egipto. Quiero ver si todavía siguen con vida los israelitas.Jetró le dijo:—Vete tranquilo. Espero que te vaya bien.
19. Moisés todavía estaba en Madián cuando Dios le dijo:—Regresa a Egipto, pues ya han muerto todos los que querían matarte.
20. Entonces Moisés montó en un burro a su esposa y a sus hijos, y emprendió el camino de regreso a Egipto. En la mano llevaba la vara que Dios le había dado.
21. Ya Dios le había dicho:«Cuando llegues a Egipto, haz delante del rey todas las maravillas que te he ordenado hacer con la vara. Yo haré que el rey se ponga terco y no deje salir al pueblo.
22. Entonces tú le dirás de mi parte: “Yo soy Dios, y amo al pueblo de Israel como si fuera mi primer hijo.