2. Aarón les contestó:—Para eso necesito oro. Así que tráiganme las joyas que llevan puestas sus esposas, sus hijos y sus hijas.
3. Ellos se las llevaron a Aarón,
4. y él las tomó y las fundió, y trabajó el oro hasta darle la forma de un toro. Al verlo, el pueblo dijo: «¡Israel, aquí tienes a tu Dios que te sacó de Egipto!»
5. Cuando Aarón vio esto, le construyó un altar al toro, y le anunció al pueblo: «¡Mañana tendremos una fiesta en honor de nuestro Dios!»
6. Al día siguiente, todos se levantaron muy temprano y ofrecieron en el altar sacrificios y ofrendas para pedir perdón a Dios. Después de comer y beber, se pusieron a bailar.
15-16. Moisés comenzó a bajar de la montaña del Sinaí. En sus manos llevaba las dos tablas de piedra que Dios mismo había preparado, y en las que había escrito la ley por ambos lados.
17. Cuando Josué oyó los gritos de la gente, le dijo a Moisés:—Se oyen gritos de guerra en el campamento.
18. Pero Moisés le contestó:—También yo escucho las canciones, pero no son de victoria ni de derrota.
19. Cuando Moisés llegó al campamento vio a la gente bailando. Al ver al toro, se enojó tanto que allí mismo, al pie de la montaña, arrojó contra el suelo las tablas de la ley y las hizo pedazos.
20. Luego fue y echó el toro al fuego, lo molió hasta hacerlo polvo, y mezcló el polvo con el agua. Entonces les dijo a los israelitas: «¡Ahora, beban!»
21. Después de eso, le reclamó a Aarón:—¿Qué daño te ha hecho este pueblo, para que lo hagas pecar de manera tan terrible?
22. Aarón le contestó:—Por favor, no te enojes conmigo. Tú bien sabes que a este pueblo le gusta hacer lo malo.
23. Ellos me pidieron que les hiciera un dios que los guiara y protegiera, porque no sabían lo que había pasado contigo.
24. Entonces les pedí oro y ellos me lo trajeron. Yo tan sólo eché el oro al fuego, ¡y salió este toro!