1. Como Moisés tardaba mucho en bajar de la montaña del Sinaí, los israelitas se reunieron con Aarón y le dijeron:—Moisés nos sacó de Egipto, pero ahora no sabemos qué le sucedió. Es mejor que hagas un dios, para que sea nuestro guía y protector.
2. Aarón les contestó:—Para eso necesito oro. Así que tráiganme las joyas que llevan puestas sus esposas, sus hijos y sus hijas.
3. Ellos se las llevaron a Aarón,
4. y él las tomó y las fundió, y trabajó el oro hasta darle la forma de un toro. Al verlo, el pueblo dijo: «¡Israel, aquí tienes a tu Dios que te sacó de Egipto!»
15-16. Moisés comenzó a bajar de la montaña del Sinaí. En sus manos llevaba las dos tablas de piedra que Dios mismo había preparado, y en las que había escrito la ley por ambos lados.