13. Ester le respondió:—Si a Su Majestad le parece bien, quisiera que también mañana se permita a los judíos de Susa acabar con sus enemigos. También quisiera que los cadáveres de los hijos de Amán sean exhibidos en público.
14. El rey ordenó que se hiciera así; y el documento con la orden fue entregado en Susa.
15. Los judíos que estaban en Susa también se reunieron el día catorce del mes de Adar y mataron a trescientos hombres, pero no se adueñaron de sus pertenencias.
16-17. Los otros judíos que estaban en las provincias del rey se habían reunido el día trece del mes de Adar para defenderse y librarse de sus enemigos. Ese día mataron a setenta y cinco mil de sus enemigos, pero no se adueñaron de sus pertenencias. El día catorce descansaron y se dedicaron a festejar su victoria.
18. Pero los judíos que estaban en Susa se reunieron los días trece y catorce para defenderse, y el día quince también hicieron fiesta.
19. Por eso los judíos de las provincias eligieron el día catorce del mes de Adar como día de celebración, y en ese día se hacen regalos unos a otros.
20. Mardoqueo ordenó que se pusiera por escrito lo sucedido, y envió cartas a todos los judíos del reino de Asuero, tanto a los que vivían en las provincias cercanas como en las lejanas.
21. En esas cartas Mardoqueo les ordenaba que, cada año, los días catorce y quince del mes de Adar serían de fiesta,
22. para recordar el mes y los días en que los judíos se libraron de sus enemigos, y su sufrimiento y tristeza se cambió en gozo y alegría. En esos días de fiesta se harían regalos unos a otros, y ayudarían a los pobres.
23. Los judíos se comprometieron a cumplir con las órdenes de Mardoqueo, tal como ya habían comenzado a hacerlo.
24. Amán, el enemigo de los judíos, había ideado un plan para acabar con ellos, y echó suertes para saber cuándo matarlos y destruirlos.
25. Pero la reina Ester se presentó ante el rey, y éste ordenó por escrito que Amán fuera castigado por ese plan tan malvado. Ordenó que Amán y sus hijos fueran ahorcados.
26-27. Por eso estos días son conocidos como fiesta de Purim, que es el plural de la palabra «pur», y significa «suerte».Los judíos se comprometieron a celebrar esa fiesta, debido a todo lo que estaba escrito en la carta de Mardoqueo, y también por todo lo que les había ocurrido y habían tenido que enfrentar. Ordenaron que todos los años, sin falta, tanto ellos como sus hijos y sus nietos debían celebrar estos dos días de fiesta, de acuerdo con lo que estaba escrito. También debían celebrar la fiesta todos sus familiares que nacieran en el futuro, y todos los que se unieran a ellos.
28. Ningún judío debía olvidarse nunca de celebrar esta fiesta de Purim. En todas las provincias y ciudades tendrían que celebrarse y recordarse estos días.
29-30. Por eso la reina Ester y Mardoqueo escribieron una segunda carta, amistosa y sincera, para confirmar la fecha de esta fiesta. La enviaron a todos los judíos que vivían en las ciento veintisiete provincias del reino de Asuero.
31. En esa carta, Ester y Mardoqueo ordenaban que todos los judíos y sus descendientes debían celebrar la fiesta en las fechas indicadas, tal como ellos acostumbraban a hacerlo. También daban instrucciones en la carta en cuanto a la manera de ayunar y de expresar sus lamentos.
32. Fue la reina Ester quien dio las instrucciones para celebrar la fiesta de Purim, y esas instrucciones se anotaron en un libro.