Esdras 8:13-26-27 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

2-3. Guersón, de la familia de Finees;Daniel, de la familia de Itamar;Hatús, de la familia de David;Zacarías, de la familia de Parós, con otros ciento cincuenta hombres que estaban en la lista;

13. Elifélet, Jeiel y Semaías, de la familia de Adonicam que, junto con sesenta hombres más, regresaron a Jerusalén días más tarde;

14. Utai y Zabud, de la familia de Bigvai, con setenta hombres.

15. Yo, Esdras, los reuní a todos junto al río que corre hacia Ahavá, y acampamos allí tres días. Cuando pasé lista a la gente y a los sacerdotes, encontré que no había entre ellos ningún ayudante de la tribu de Leví.

16. Así que mandé a buscar a Eliézer, a Ariel, a Semaías, a Elnatán, a Jarib, a Elnatán, a Natán, a Zacarías y a Mesulam, que eran líderes del pueblo, y a los maestros Joiarib y Elnatán.

17. Les ordené que fueran a ver a Idó, jefe del lugar llamado Casifiá, y les pidieran a él y a sus compañeros que nos enviaran servidores para el templo de nuestro Dios, ya que ellos tenían experiencia en ese trabajo.

18. Gracias a Dios, nos mandaron a Serebías, y a sus hijos y hermanos; en total nos mandaron a dieciocho personas. Serebías era un hombre muy capaz, descendiente de Mahli, un hombre de la tribu de Leví.

19. También nos enviaron a Isaías y a Hasabías, y a sus hijos y hermanos, que descendían de Merarí. En total nos enviaron veinte personas.

20. Además de ellos nos enviaron a doscientos veinte servidores del templo de Dios, cuyos antepasados habían sido puestos por David para apoyar a los ayudantes de los sacerdotes. Y se anotaron los nombres de cada uno de ellos.

21. Después de esto nos reunimos junto al río de Ahavá, y allí mismo ordené que hiciéramos un ayuno para humillarnos ante nuestro Dios, y así pedirle que protegiera a nuestras familias y pertenencias durante el regreso a Jerusalén.

22. Me daba vergüenza pedirle al rey que mandara soldados de caballería para protegernos contra el enemigo en el camino. Le habíamos dicho al rey que Dios cuida a todos los que lo adoran, pero que los que se apartan de él tendrían que soportar todo su enojo.

23. Así que ayunamos y oramos a Dios pidiéndole que nos cuidara, y él nos escuchó.

24. Luego separé a doce de los sacerdotes más importantes: Serebías, Hasabías y otros diez familiares de ellos.

25. Después pesé la plata, el oro, y los utensilios para el templo de Dios que dieron el rey, sus consejeros y todos los judíos allí presentes. Todo esto se lo entregué a los sacerdotes,

26-27. y ésta es la lista:Veintiún mil cuatrocientos cincuenta kilos de plata,cien utensilios de plata,tres mil trescientos kilos de oro,veinte tazas de oro que pesaban ocho kilos en total,y dos utensilios de bronce pulido.Esos dos utensilios de bronce eran tan valiosos como el oro.

Esdras 8